La Justicia federal de Argentina imputó a cuatro exautoridades del Opus Dei por su presunta participación en los delitos de reducción a la servidumbre y trata de personas, tras el surgimiento de 43 denuncias de mujeres que fueron obligadas a trabajar gratis como empleadas domésticas.
Según publicó La Nación de Argentina, las víctimas fueron reclutadas cuando eran adolescentes con la promesa de continuar con su educación, pero solamente recibieron escolarización parcial antes de ser enviadas a diversos trabajos de empleadas de limpieza, cocina y servicios.
Las mujeres tienen actualmente entre 40 y 60 años, y denuncian que los hechos ocurrieron entre 1980 y 2000.
La imputación incluye a tres sacerdotes que ocuparon la vicaría general de la institución: Carlos Nannei, Patricio Olmos y Víctor Urrestarazu, además del exdirector de la rama femenina, Gabriel Dondo.
A través de un comunicado, el Opus Dei planteó que «la impresión es que para construir esta denuncia se realiza una descontextualización completa de la formación que recibieron algunas de las mujeres del grupo y la vocación que eligen libremente las numerarias auxiliares del Opus Dei. Se trata de una acusación totalmente falsa».