La Asociación de Magistrados de Marruecos, Amical Hassania, acusó al presunto delincuente, Maati Monjib -acusado de lavado de activos y transacciones sospechosas- de escudarse como activista de Derechos Humanos para evadir la justicia.
Monjib inició una huelga de hambre con la intención de influir en su proceso judicial –que involucra a él y su familia- que se le abrió en base a un informe de la Unidad de Procesamiento de Inteligencia Financiera (UTRF) que incluye hechos que pueden constituir un delito de lavado de dinero. El Fiscal del Rey del Tribunal de Primera Instancia de Rabat había anunciado la investigación preliminar.
Dicho informe incluye un inventario de transferencias de fondos significativas y un listado de inmuebles que han sido objeto de reportes de transacciones sospechosas por no corresponder a los ingresos habituales declarados por Monjib y miembros de su familia, de acuerdo al comunicado del Fiscal General del Rey ante el Tribunal de Primera Instancia de Rabat. En este contexto, Mohamed El Khadraoui, vicepresidente de la Comisión de la Independencia de la Justicia de la Unión Internacional de Jueces y vicepresidente de la Amical Hassania de Magistrados, declaró que “últimamente, seguimos con gran asombro y pesar los flagrantes intentos que tienen el objetivo de influir en la independencia del Poder Judicial por parte de determinadas personas y organismos que afirman pertenecer a las élites culturales y de Derechos Humanos”.
“Estás élites –prosiguió- deberían estar en la vanguardia para consolidar la confianza en el Poder Judicial, mostrando su apoyo a los esfuerzos de reforma democrática que lidera Su Majestad el Rey Mohammed VI. El Khadraoui añadió que el objetivo es sembrar confusión en la opinión pública y cuestionar la imparcialidad e independencia de los magistrados, todo ello con el único fin de garantizar un trato preferencial. “Lo cual constituye una violación incalificable del principio de la igualdad ante la justicia”, afirmó.
No a la indulgencia
“Hoy en día, nadie está por encima de la rendición de cuentas y del Estado de Derecho. En ningún caso, el camino hacia el imperio de la ley en ningún caso puede verse obstaculizado en nuestro país por estos intentos que afectan el espíritu y la letra de las convenciones internacionales relativas a la independencia de la justicia, así como las disposiciones de la constitución de los estatutos que rigen el trabajo de los magistrados”, indicó el letrado. Además, consideró que “el hecho de utilizar la amenaza de la protesta o el apoyo de otros y la instigación de diversas campañas es en realidad, sólo un intento de instalar el caos y el absurdo, cosa que rechazamos rotundamente como magistrados, en el marco de nuestras obligaciones profesionales y nuestro afán de preservar los logros y avances que conoce nuestro país”. Asimismo, subrayó que “no podemos en ningún caso, como Amical de Magistrados, ceder ante esto y mucho menos mostrar algún tipo de indulgencia hacia sus autores, porque estos últimos buscan devaluar los grandes esfuerzos desplegados por todos los componentes de la familia de la justicia en los distintos tribunales del Reino para fomentar la confianza y la aplicación equitativa de la justicia”. El Khadraoui concluyó su declaración manifestando que “quien no teme llegar a la verdad y trabaje en su búsqueda con fuerza y certeza no intentará – bajo falsos pretextos – obstaculizar los procedimientos, las indagaciones e investigaciones que se realicen bajo la supervisión del Poder Judicial en el marco del Estado de Derecho y las garantías que ofrece”.
Familia sin ingresos
El activista de Derechos Humanos, Monjib, rechazó cualquier investigación sobre las fuentes de sus “bienes” y decidió hacer una huelga de hambre durante tres días, para protestar contra lo que él consideraba un “hostigamiento judicial y de seguridad” en su contra y contra su hermana, por sus convicciones políticas y de Derechos Humanos, cosas completamente falsas. Se recuerda que en julio último, Marruecos calificó de “infundadas e inaceptables” las acusaciones de espionaje emitidas por Amnistía Internacional quien afirmó, sin presentar pruebas, haber encontrado en el teléfono de un periodista marroquí rastros que sugieren que fue objeto de los mismos ataques de inyección de red que los observados, en 2018, contra Maati Monjib, un profesor universitario que supuestamente Marruecos espió, pero quien en realidad solo busca desviar la atención de la opinión pública sobre su caso judicial de malversación de fondos, lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Ondeando la bandera de los derechos humanos, y poniendo trabas al proceso de investigación en su contra, Monjib sigue sin explicar a la opinión pública de Marruecos y del extranjero, el origen del dinero que le permitió comprar tantos bienes registrados a su nombre, él de su esposa y él de su hermana desempleada. Siendo profesor en una universidad y sin ingresos conocidos, el activista es propietario de varios bienes inmuebles y activos de tierras que en ningún caso pueden adquirirse gracias a sus ingresos académicos, incluso si vive 1000 años.