¿Remedio peor que la enfermedad? El enredado abordaje comunicacional del Gobierno ante la cuarentena

Por. Andrea Bustos C.

Si bien se decidió decretar en siete comunas la medida que la ciudadanía y expertos pedían, la forma de dar a conocer la información y sus implicancias generó el efecto contrario del que se esperaba.

Este miércoles por la tarde el Gobierno comunicó cuarentena para las comunas de Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Ñuñoa, Santiago e Independencia, medida que comenzará a regir a las 22 horas de este jueves 26 de marzo.

Sin embargo, un anuncio que busca evitar aglomeraciones, contacto y la propagación de COVID-19 por al menos los próximos siete días, generó de inmediato un efecto totalmente contrario.

No eran ni siquiera las 18 horas y ya los supermercados de las comunas mencionadas tenían largas filas solo para ingresar a hacer las compras, situación que se repitió con las farmacias y con el Registro Civil este jueves. A ello se sumó un sinfín de interrogantes a través de redes sociales, pues los protocolos y formas en que esto se aplicaría no estaban claros, lo que causó gran incertidumbre a la ciudadanía respecto de sus trabajos, su abastecimiento y el desplazamiento diario.

Tantas fueron las dudas que de inmediato ministros y autoridades de gobierno comenzaron a dar entrevistas en diferentes medios de comunicación, y hoy por la mañana la vocera Karla Rubilar y la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, salieron a entregar explicaciones pedagógicas respecto sobre cómo funcionará esta medida preventiva.

En un inusual punto de prensa – en comparación a lo clásico en este tipo de actividades- era la Ministra quien hacía las preguntas basándose en lo que vieron que la ciudadanía se cuestionaba, y la Subsecretaria iba respondiendo cada interrogante.

Respecto de esta situación, Claudia Heiss, directora de la carrera de Ciencia Política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, indicó que en estos anuncios debe haber espacio para hacer planificación. “Hay que hacer un estudio que combine elementos técnicos con elementos comunicacionales para que las medidas sean recibidas de manera ordenada por la población. Por supuesto que produce ansiedad pensar que uno va tener que quedarse en la casa, y lo natural es que la gente parta a proveerse”.

En esa línea, agregó que toda la información que ha causado dudas en la población “debió entregarse junto con la medida. Yo creo que uno cuando hace un anuncio tiene que prever que va a provocar reacciones y, por lo tanto, tiene que tener todo claro. En eso el Gobierno no ha sido muy prolijo”.

Sobre los motivos que podrían estar detrás de este desorden comunicacional en el gobierno, Claudia Heiss dijo que probablemente responde a que “hay un nivel de improvisación que no es aceptable en una pandemia como ésta”.

“El Gobierno no ha tenido la previsión técnica de estudiar mejor las medidas que toma, las declaraciones del Ministro a veces han sido como pensadas en el momento. Ha faltado planificación y coordinación de los equipos técnicos, tanto en temas sanitarios como en temas comunicacionales, para enfrentar esta pandemia de una manera más profesional”.

En esa línea, la académica comentó que ahora lo esperable es que el Gobierno tome en cuenta estos antecedentes y “vaya aprendiendo de estas experiencias y enmendando el rumbo, tomando las medidas con más previsión”, para lo que dijo que adoptar humildad, preparación y más consultas con especialistas sería muy positivo.

En tanto, Dino Pancani, académico del Instituto de la Comunicación en Imagen de la Universidad de Chile y doctor en Estudios Culturales, indicó que con este tipo de situaciones el Gobierno “aparece como un ente que enlentece, en oposición a los esfuerzos que hacen los profesionales de la salud, quienes hoy simbolizan un liderazgo en el trato de esta pandemia”.

Además, comentó que de esta forma “el Presidente pierde otra oportunidad de poder liderar una crisis”.

“Tiendo a imaginar que la relación que tiene la política y que tienen quienes ejercen y toman decisiones de políticas públicas son de un extraordinario autoritarismo. Yo creo que un buen ejemplo es escuchar al ministro de Salud (…) Imagino que debe ser muy difícil ser un asesor comunicacional, o que el ámbito comunicacional pueda ser escuchado, en el marco de estas decisiones, lo que triunfa y lo que aparece ahí es un carácter de gerente donde se dice y se hace, más que una actitud dialogante y eso hace que permanentemente estén con estos errores comunicacionales y causa este divorcio entre la ciudadanía y lo que el gobierno quiere hacer”, explicó.

Respecto de sus proyecciones, el académico dijo que una vez superada esta emergencia de salud “vamos a continuar la crisis social y la pandemia va ser parte de esta crisis social que desnuda un modelo, un sistema, un modo de relación en donde se confirma esta desigualdad, que es la que ha primado en Chile durante los últimos 50 años. Por lo tanto, creo que el Gobierno en vez de salir fortalecido va salir  aún más débil de lo que era”.

En tanto, desde el área de las emergencias, Michel De L’Herbe, consultor en Gestión de Emergencias, indicó que este tipo de malos manejos ocurren en este caso probablemente por un “enfoque sesgado” y señaló que es importante comprender que el nivel comunicacional siempre será importante en una emergencia.

“El tema comunicacional es súper importante, así como el liderazgo y la conducción de la emergencia. Entonces en  medidas como las de ayer debe comprenderse que tiene que haber un soporte previo, y pre-requisitos para que tengan el fin y el objetivo que se busca. Entre otras cosas: no generar reacciones de la comunidad contrarias a las medidas universales y básicas, como el distanciamiento social”.

Además, Michel De L’Herbe dijo que al enfrentar esta pandemia, Chile ha estado copiando formas pero no fondos sobre las medidas que se deben tomar.

En esa línea explicó que en varios lugares del mundo antes de la cuarentena se ha tomado otra precaución esencial, que es cerrar las ciudades o regiones, sin que ello requiera el confinamiento en los hogares, conteniendo así ingresos y salidas e impidiendo la propagación.

“En esta progresividad de medidas hay algunas que probablemente no se están contemplado y, por lo tanto, hace que las medidas que se están tomando sean de difícil implementación. La primera medida que se debería haber tomado, que hasta el día de hoy no se toma, es impedir el ingreso y salidas de personas de la Región Metropolitana, que es el principal foco y potencialmente el principal emisor de contagios”, indicó.

“Lo vimos el fin de semana donde, por ejemplo, al no existir esta medida mucha gente se fue al Litoral Central. Si hoy eso no se realiza y se mantiene la medida de cuarentena, es decir, restricciones y dificultad para el acceso a alimentación, no sería extraño que haya personas que decidan irse fuera de Santiago para no tener problemas de abastecimiento. Esta medida ya no solo es contraproducente por generar largas filas en el Registro Civil y supermercados, sino que al ser un estímulo a que la gente salga de la ciudad”, agregó.

A lo que sumó que otra implementación esencial debe ser sumar testeos, más allá de si existe o no sintomatología, y que éstos no solo se realicen en centros asistenciales, sino que se generen otros espacios e instituciones para ello.