EFE/ André Coelho
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva presentó, desde Brasil hacia el mundo, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, y lamentó que el hambre siga siendo el asunto más desafiante de la humanidad en pleno siglo XXI, cuando ya se habla de Inteligencia Artificial.
«Ningún asunto es más actual y desafiante para la humanidad. El hambre es la más degradante de las privaciones humanas, un atentado a la vida y una agresión a la libertad», afirmó el líder progresista brasileño en una reunión de ministros de Desarrollo del G20, en Río de Janeiro.
Los documentos constitutivos de la Alianza, una iniciativa propuesta por Lula y abierta a todos los países, fueron aprobados por aclamación en la reunión ministerial del foro que agrupa a las mayores economías del mundo, por lo que desde ahora cualquier país interesado en participar puede unirse. La Alianza comenzará a operar oficialmente, ya con sus miembros fundadores y sus diferentes proyectos, en la Cumbre que el G20 tendrá en noviembre próximo en Río de Janeiro, cuando concluye la presidencia temporal del foro actualmente ejercida por Brasil.
Según sus creadores, la idea es que cada país diseñe su propio plan y defina sus metas de combate al hambre y la pobreza, y que la Alianza le ayude a cumplirlas tanto con aportes financieros como de experiencias y tecnologías.
Lula dijo que la Alianza funcionará hasta 2030, plazo que tienen los países para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) de erradicar el hambre, y que tendrá una estructura pequeña y eficiente con la mitad de sus gastos costeados por Brasil.
«El hambre no es resultado tan solo de factores externos. Es consecuencia, sobretodo, de opciones política»
Destacó la importancia de volver a colocar el hambre en el centro de la agenda internacional y lamentó que se trate de un problema persistente, que atribuyó a la falta de voluntad política.
«Los gobernantes tienen que tener en cuenta a los excluidos porque no es posible que casi en la mitad del siglo XXI, cuando estamos discutiendo la Inteligencia Artificial, aún estemos obligados a promover una discusión para decirles a los dirigentes que cuiden de los pobres», afirmó.
Según el presidente brasileño, visiblemente emocionado durante su discurso, que presenciaron ministros y representantes de 30 países, los gobernantes y las personas con poder de decisión tienen que comprender que el hambre «no es algo natural» y que su combate exige decisión política. «Quería reafirmar una frase que siempre le repito a los dirigentes políticos: mucho dinero en la mano de pocos simboliza miseria, prostitución y hambre. Por el contrario, poco dinero en la mano de muchos significa prosperidad, decencia y dignidad para todos», afirmó.
Lula calificó como «aterradores» los datos divulgados por la ONU en Río de Janeiro y según los cuales los niveles de hambre se mantuvieron preocupantemente altos en 2023 por tercer año consecutivo, con unas 733 millones de personas subalimentadas de forma crónica en todo el mundo.
El mandatario destacó los resultado de las políticas sociales de su Gobierno, que permitieron reducir en un 85 % el número de brasileños en situación de inseguridad alimentaria, y afirmó que Brasil volverá a ser excluido del llamado Mapa del Hambre antes del final de su tercer mandato, en diciembre de 2026.