Carlos Álamo V. / Profesor de Estado.
El frente polisario, durante 40 años, ha dicho que quienes los denunciaban por violar los derechos humanos eran mercenarios al servicio de Marruecos. Durante mucho tiempo se dijo en América Latina que era un movimiento de liberación. Muchas veces en los parlamentos de este continente se trató de presentarlos como libertarios, ocultando atropellos que estaban siendo investigados por tribunales internacionales, delitos en los cuales, partidos políticos, algunos parlamentarios y otras autoridades que, a fin de cuentas, consciente o inconscientemente, fueron sus cómplices.
Hoy, en un hecho histórico solo comparable a la autocrítica que ocurre en el XX congreso del partido comunista de la Unión Soviética en 1957, cuando se reconocen los crímenes del stalinismo que costaron millones de muertos y víctimas, el polisario, en una declaración oficial de su cúpula RECONOCE HABER COMETIDO CRIMENES Y VIOLADO LOS DERECHOS HUMANOS, en los cuales las víctimas han sido siempre quienes creyeron en sus promesas. La declaración demuestra, además, que quienes los denunciaban o acusaban en diversos escenarios por estos crímenes tenían razón y no sus voceros en América Latina que, mintiendo y descalificando ferozmente a quienes denunciaban estos crímenes, han vivido de esta tragedia durante más de 40 años.
Junto con reconocer las violaciones, la cúpula del Polisario anuncia “un proceso de reparación para las víctimas de nuestro pueblo por los errores cometidos contra ellos en las pasadas etapas de nuestra lucha de liberación nacional”.
La declaración, fechada este 12 de octubre en la localidad de Bir Lehlu, sin duda será un antes y un después para todos aquellos que, en distintos escenarios y latitudes, han estado vinculados, de una u otra forma, a lo que ocurre en el Sahara
Hace unos años Maduro, acusado internacionalmente por crímenes de lesa humanidad, anuncio el proceso judicial a militares y policías de baja graduación por estas violaciones, con el claro objetivo de neutralizar las acusaciones de sus víctimas, blanquear su imagen y, de paso, proteger a los verdaderos criminales que con el gobiernan en Venezuela.
Sin duda la cúpula del Polisario, discípulos y amigos de Maduro, intentan hacer lo mismo con su autocritica y aparecer respetuosos de los derechos humanos, cuestión que, por lo demás y ante tanta evidencia condenatoria, ya nadie les cree. En la reciente cuarta comisión de la ONU se escucharon suficientes y dramáticos testimonios de ex polisaristas denunciando los crímenes y delitos de este grupo, denuncias que, con esta declaración oficial, se ven confirmadas. Como dijera el vocero de derechos Humanos sin fronteras en Naciones Unidas haciendo alusión a quienes con un discurso de izquierda violan los derechos humanos: “Esto desprestigia la noble causa de la lucha por un mundo mejor, pues los autores de estos delitos hace mucho dejaron de ser un movimiento revolucionario para terminar convertidos en criminales de lesa humanidad, delincuentes que actúan y viven al servicio de sus propios intereses o, como el caso del Polisario, para servir a la geo política de otro país”. Seria Todo.