La razón y tribuna libre de España han dado a conocer una verdadera trama de intrigas y complicidades en torno al ingreso en ese país de Brahin Ghali, jefe del frente Polisario, acusado por organizaciones defensoras de los derechos humanos en tribunales de este país por graves crímenes contra la humanidad, secuestro y tortura de personas, además de robo de ayuda humanitaria para refugiados.
La información señala el texto de los mensajes donde se involucra directamente a la ex ministra de exteriores de España Arancha González Laya dice:
“En Exteriores no citaremos a Defensa”, tranquilizó el jefe de Gabinete de Laya al Estado Mayor del Aire cuando trascendió que el líder polisario estaba ingresado en un hospital de Logroño: “Confirmo que ha sido todo discreto”. Así concluía el pasado 18 de abril el cruce de mensajes entre e diplomático Camilo Villarino, entonces jefe de Gabinete de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y el teniente general del Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez, quien recibió la orden de que se eximiera al líder del Frente Polisario del preceptivo control de documentación y aduana en la base aérea militar de Zaragoza”.
En ese cruce de mensajes consta que el jefe de Gabinete de la ministra traslada al mando militar a las 12: 39 horas: “Mi General, soy Camilo Villarino, el director de Gabinete de Exteriores. Mi contacto argelino me dice que me transmitirá los datos del avión y del vuelo “en breve”. Espero que sea así. Se lo comunicaré tan pronto los reciba”. Tras facilitarle los primeros datos del vuelo a las 15;43, una hora después (16:48 horas), precisa la hora prevista de aterrizaje del avión procedente de Argel, de la argelina Aeronef: “He avisado al equipo que tiene que enviar la ambulancia de que la hora estimada de llegada a la Base de Zaragoza será en torno a nuestras 19 horas”. “Si nos dan el indicativo de la aeronave lo paso para que no haya problemas de autorización por parte del control de tráfico aéreo civil”, responde el teniente general dos minutos después. Exteriores precisa que “salvo cambios, solo deben desembarcar el paciente, con un Covid en grado avanzado, y el hijo que lo acompaña”. Del paciente, al que no identifica, señala que según su información viaja “con pasaporte diplomático argelino”, mientras que el hijo “tiene algún tipo de residencia en España”.
“Confirmo que ha sido todo discreto”
“En todo caso -añade el alto cargo de Exteriores- esto último no es un problema y no es responsabilidad del Ejército del Aire. Quien lo tiene que saber ya lo sabe”. A nosotros solo nos interesa la parte aeronáutica”, deja claro el militar. A las nueve de la noche, el teniente general informa a Exteriores de que “el buen hacer de la Base ha solucionado todo” (tras reseñar que el piloto de la aeronave quería pagar tasas al desconocer que estaba en la parte militar del aeródromo). “Confirmo que ha sido todo discreto menos la tripulación argelina que habían contratado handling e iban con PPR civil”. “Buen trabajo -le felicita el jefe de Gabinete de la ministra de Exteriores-. “A descansar lo que nos queda de domingo”. “Un fuerte abrazo y hasta otra”, se despide el militar.
“En Exteriores no citaremos a Defensa”
Cuatro días después, el 22 de abril, Villarino adjunta al teniente general una información de 20minutos titulada: “El jefe del Frente Polisario, ingresado grave en un hospital de Logroño bajo un nombre falso. Y la acompaña con un mensaje: “En Exteriores no citaremos a Defensa. Un abrazo”.
El abogado Antonio Urdiales, que ejerce la acusación, esgrime esos mensajes en un escrito -al que ha tenido acceso LA RAZÓN- en el que pide al instructor que suspenda la declaración de este lunes tanto de Villarino, en su caso como investigado, como del ex segundo jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (Sejeme), el teniente general Francisco Javier Fernández Sánchez, citado como testigo. El letrado propone al magistrado que cite a este último como investigado y que si finalmente se celebran las comparecencias se le ofrezca la posibilidad de declarar asistido de abogado en calidad de imputado, al apreciar en esas conversaciones de WhatsApp una supuesta carga incriminatoria contra el alto mando militar.
La acusación pide que se impute al mando militar
Para el letrado, el contenido de los WhatsApp resulta “tan ilustrativo que es indiferente que el citado general conociese o no que en el avión argelino viajaba el investigado Ghali”, pues según subraya “ordena incumplir todos los preceptos del Reglamento de Fronteras de Schengen” ante lo que considera “un plan perfectamente elaborado con anterioridad por los superiores de Villarino y del propio general para introducir subrepticiamente a Ghali en España”. En consecuencia, añade, “debe suspenderse el acto de la declaración del testigo, dar lectura a todo los WhatsApp y preguntarle si prefiere acogerse a la condición de investigado, en su beneficio”. Además, el letrado también pide al instructor que identifique al responsable policial de control de pasaportes en la fecha del aterrizaje del líder del Frente Polisario.
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, reclamó el pasado julio al Estado Mayor del Ejército del Aire “el contenido íntegro” de las conversaciones mantenidas a través de la citada aplicación entre Villarino y el “número dos” del Estado Mayor del Ejército del Aire, quien a su vez trasladó al responsable militar de la base de la capital aragonesa las órdenes de Exteriores.