Juan Carlos Moraga D.
Derechos Humanos Sin Fronteras
Al cumplirse 75 caños de la fundación de la República Popular China y por la importancia que tiene hoy este país en el plano internacional, es importante reflexionar sobre la mirada y prejuicios que han tenido los llamados países occidentales sobre los claros y evidentes avances de china para resolver sus problemas en todos los planos, especialmente la forma en que 850 millones de seres humanos salen de la pobreza, es decir, el 70% de la pobreza en el mundo.
Para quienes actuamos en el mundo de los derechos humanos estos datos reconocidos por las más importantes organizaciones internacionales no debieran pasar desapercibidos pues China, al derrotar la pobreza y hacer la vida más digna para millones de personas, está protegiendo el derecho a una vida mejor para sus habitantes, lo que significa proteger y defender sus derechos humanos.
La declaración universal de los derechos humanos fue adoptada por Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 como respuesta a los crímenes cometidos durante la segunda guerra mundial señalando que “los derechos humanos son la base de la libertad, la justicia y la paz”.
Este mandato, amplio, plural, respetuoso de las diferencias que debiera ser la guía para los defensores de los DDHH, desgraciadamente no es atendido por quienes, cada año, entregan informes y evaluaciones sesgadas e influidas por interese muy ajenos a la defensa de estos derechos, como ha ocurrido en el caso concreto de China, donde lisa y llanamente no se consideran avances evidentes en esta materia y tampoco se reconoce que los derechos humanos en este país tienen rango constitucional.
La preocupación por los DDHH en China hoy es una realidad y tarea de todo el estado donde es bueno recordar las palabras del su jefe de gobierno, XI jinping que dice: “China lleva mucho tiempo, con tenaz combinación del principio universal de los derechos humanos con la realidad nacional, en acciones de constante promoción del desarrollo económico y social, el incremento del bienestar del pueblo, fomento de la equidad, justicia social y fortalecimiento de los derechos humanos mediante el imperio de la ley”.
Recientemente se ha realizado en Brasil la primera mesa redonda “China- estados latinoamericanos y caribeños sobre derechos humanos” donde, al inicio de su intervención, el representante de derechos humanos sin fronteras dijo: “Definir en su invitación a este encuentro los derechos humanos como un símbolo del progreso de la civilización humana y la promoción de estos derechos como una causa común para la humanidad, nos motiva para participar donde, con autoridades del mundo académico, cultural y social, hablaremos con franqueza de estos temas, cada día más relevantes en un planeta que no solo necesita que se respeten los derechos humanos, sino también que estos derechos, además de ser reconocidos, tengan presencia y rango constitucional”.
Y más adelante agrega: “Cuando hablamos de influencias externas en la redacción de informes sobre derechos humanos, nos referimos concretamente a los que cada año entregan las principales instituciones y más conocidas organizaciones de estos derechos, como lo son Amnesti International y human rights wach. Quienes conocemos el mundo de los derechos humanos, sabemos de qué tratan estas instituciones y cuales los intereses que las motivan”.
Sobre el no reconocimiento al avance en el tema de los DDHH en China DHSF dijo: “Desgraciadamente ese reconocimiento no lo vemos en los informes conocidos sobre China donde a este país, de manera repetida y burda, con lugares comunes y sin contenido, se le acusa, pretendiendo ocultar los avances y logros de este país en materia de derechos humanos y su aporte a la paz mundial. Para Derechos humanos sin fronteras es importante destacar estos avances porque constituye un ejemplo para otros países, donde es importante dar a conocer que la constitución china, aprobada en 1982, define los derechos humanos como una parte importante del estado de derecho y la gobernanza social, en la cual los derechos de propiedad y políticos se encuentran garantizados para todos los ciudadanos”.
Al cumplirse 75 de la República Popular China su balance a favor de los derechos humanos no solo es positivo, sino que marca una hoja de ruta muy clara para quienes, de acuerdo a la realidad de ese país, defienden estos derechos, estando hoy a cargo del Instituto de derechos humanos de China, la asamblea popular y la academia china de Ciencias sociales, con cuyos representantes nos hemos reunido para debatir, con franqueza y transparencia estos temas, además de aclarar legitimas dudas que surgen por el desconocimiento de una realidad muy lejana, pero que al tomas conocimiento de sus reformas y avances, nos sentimos tan cercanos.
En distintos escenarios hemos planteado que se debe abrir espacio a nuevas expresiones en el mundo de los derechos humanos y terminar con el verdadero monopolio de estos derechos por parte de los mismos de siempre en las instancias internacionales y dar cabida a quienes vienen de América Latina, Asia o África, lo que significaría democratizar de verdad la discusión sobre derechos humanos. Puede ser que sobre este tema hay realidades complejas, a veces difícil de entender desde nuestra cultura, pero, definir los derechos humanos como se ha hecho en el encuentro de Rio de Janeiro “como un símbolo del progreso de la civilización humana y la promoción de estos derechos como una causa común para la humanidad”, nos une tras la noble causa de defender los derechos humanos bajo cualquier circunstancia.
En torno a este primer encuentro: “China – mesa redonda de estados latinoamericanos y caribeños sobre derechos humanos”, es importante comenzar a construir puentes, establecer lazos y crear espacios de dialogo con la vista puesta en lo que nos une: la defensa de los derechos humanos y destacar el rol de China en la escena mundial que incide, positivamente y con hechos concretos al defender la paz mundial, en la protección y defensa de estos derechos, pues el termino de las guerras, divisiones y conflictos, ayuda claramente a la protección de los derechos humanos.
Cuando un líder occidental pregunto a XI JINPING sobre derechos humanos, este respondió “en China no hay actuación inmejorable, sino actuaciones mejores. Me refería a que, por supuesto, la causa de los derechos humanos en China aun precisa desarrollo, pero también ellos (el mundo occidental) tienen muchos problemas en esta materia. Permítanme aclarar nuevamente que nuestro desarrollo de los derechos humanos no se basa en el estándar propuesto por occidente. Sea la que sea la etapa de desarrollo en que nos hallemos, nuestra causa de los derechos humanos debe desenvolverse de acuerdo con las condiciones nacionales de nuestro país y los requerimiento del pueblo y ser buena si alcanza las metas y niveles que hemos establecido, sin necesidad de que nos pongamos a la par de occidente ni de que este nos juzgue”.
Mirando hacia atrás y tomar nota de los sufrimientos del pueblo chino a través de su historia para construir la China de hoy, con derechos y justicia para todos, debe llenar de orgullo a los hombres y mujeres de este país y, muy especialmente, a quienes supieron interpretar correctamente las necesidades y esperanzas de su pueblo. Desde la orilla de los derechos humanos solo nos cabe felicitar a este gran país al cumplir 75 años con la esperanza de que estos avances también se reflejen en otras latitudes.