“En la Nueva Constitución, Chile deberá concebirse como un Estado con democracia participativa, representativa, plurinacional y pluricultural”

Susana Herrera es una profesional que se postula para constituyente por el distrito 20 en la región del Bio Bio. Por considerar de interés y coherente su propuesta, después de escucharla en el programa Frente a Frente, de radio Universidad de Chile, el siete, la revista, la contacto para esta entrevista que hoy publicamos

PREGUNTA: ¿Quién es Susana Herrera?

RESPUESTA: Soy mujer, antes que nada, arquitecta y lotina de nacimiento. Emprendedora e impulsora de proyectos de fomento sostenible de las economías locales y del desarrollo social de sus comunidades.

P.- ¿Porque se postula a constituyente por el distrito 20?

R.- Quiero aportar en la discusión constitucional desde la mirada de un Chile que requiere un cambio de paradigma. Transitar hacia relaciones más horizontales y equilibradas que favorezcan el bien común, como el reconocimiento del mar en la Constitución, los pueblos originarios desde un Estado Plurinacional, la igualdad de género, la búsqueda de consensos y acuerdos, son los ejes que me motivan a participar en este hecho histórico de construir una Constitución desde la ciudadanía. He vivido la mayor parte de mi vida en el distrito 20, es aquí donde he hecho mi vida junto a mi familia.  También he trabajado muchísimos años en la provincia de Arauco para el desarrollo de las comunidades, pues considero que estas deben ser representadas por su propio pueblo.  Ellos no necesitan que nosotros los representemos, por el contrario, a ellos hay que dejarle espacios para que se representen a sí mismos, y nosotros solo tenemos la obligación y el deseo de apoyarles en ese camino que es el ´único correcto para alcanzar su autonomía

P.- Usted se declara independiente, ¿porque no un partido político?

R.- Creo que en gran parte la crisis política en que el país está sumido se debe a la excesiva concentración de poder económico y político. Las tremendas desigualdades han llevado a una desconfianza y deslegitimación de las instituciones, siendo los partidos políticos una de las peores evaluadas. Solo un 2% de los consultados en la última encuesta CEP confía en ellos. A los parlamentarios les cree un 3%.  Si bien estos números pueden tener un margen de error, nadie puede dudar de la desconfianza en los partidos políticos y el Congreso. Entonces, en esta oportunidad histórica de construir una nueva Constitución desde la gente, creo que hacerlo desde la independencia es el camino más honesto para aportar la mirada de las comunidades y no desde los grupos de poder. 

Si los políticos y el gobierno se abrieron a redactar una nueva Constitución fue por  una cuestión de supervivencia. Tendrán que ceder poder, pero deberían también ceder riqueza. Los partidos políticos tuvieron opción de democratizar y abrir este proceso, facilitando la entrada de nuevas candidaturas independientes y disminuyendo las barreras de entrada, pero no lo hicieron, y creo que esto solo agudizó la desconfianza.  Nosotros los independientes llevaremos una gran responsabilidad sobre nuestros hombros, y si no logramos ser un número importante nuestras posibilidades de influir serán más complejas.  Es por ello que nosotros deseamos que este proceso sea lo más abierto y transparente posible hacia la ciudadanía, anhelamos que existan instancias concretas de participación de la comunidad en distintos niveles durante este proceso.  Nuestro rol será hacer de puente generando una corresponsabilidad con la ciudadanía quien en una democracia moderna, es la que mandata a través de la Constitución, lo que los ciudadanos quieren de su país y su futuro.

P.- En el programa Frente a Frente de radio Universidad de Chile y frente a la ex ministra Mariana Aylwin usted reivindico el estallido social ¿Cuál es su interpretación sobre lo que ocurre a partir del estallido?

R.- El estallido fue una olla que reventó por las desigualdades, pero por otro lado también es una suma de movimientos que ya veníamos manifestándose por más de una década, estudiantes, los movimientos ambientalistas, el movimiento feminista, los pueblos originarios y que además generó una suerte de sucesos de movilizaciones auto convocadas sin partidos políticos.  Más bien con banderas territoriales, mapuches, pancartas de grafitis, de demandas dispersas. Conforman un proceso y ese proceso si no logra ser canalizado adecuadamente por un proceso institucional, como es la participación ciudadana, tendríamos un gran problema, porque detrás de este estallido social, lo que realmente hay es una deslegitimación institucional o una crisis del sistema político. 

Por lo tanto, hay que hacerse cargo de esto, y la forma de hacerlo es a través de abrir canales de participación ciudadana. Si no nos hacemos cargo de esa energía social, terminaremos con una constitución que fracase en su propósito.

P.- En su propuesta usted entrega una mirada distinta a otros candidatos sobre el mar, la naturaleza y el medio ambiente ¿qué tiene que ver usted con estas demandas?

R.- Mi Tatarabuelo fue el creador del hospital Naval de Talcahuano Alberto Adriazola, el cual lleva su nombre.  Yo he vivido en varias ciudades portuarias no solo en Chile, sino en USA y Europa.  Todas ciudades costeras que miraban el mar y que hacían de esto su gran capital social, cultural y económico. 

Nosotros, por el contrario, tenemos la costa más extensa del planeta, con un país tricontinental y una Constitución que ni siquiera lo nombra. 

Tenemos que ejercer derechos de soberanía y jurisdicción  de los espacios marítimos constituidos por el mar territorial, zona contigua y la zona económica exclusiva. Tengo un profundo arraigo con la gente de mar, y esto me ha significado ser la única candidata en la región del Biobío con Sello Azul, lo que significa que llevo el compromiso de promover el reconocimiento de nuestro mar y su gente en la nueva Constitución.  Es deber del Estado fomentar la identidad marítima de la Nación, estimular la investigación científica y el desarrollo tecnológico y económico, así como tutelar la preservación del patrimonio ambiental y dela biodiversidad del espacio marítimo chileno. Es necesario relevar la importancia de nuestro mar y su gente, de todos aquellos que habitan nuestro borde costero, impulsar su desarrollo económico y social con justicia territorial. Quiero ser un puente entre las necesidades de nuestras caletas y su gente y la nueva Constitución, pues es necesario resguardar y proteger los derechos de la gente de mar, logrando equidad territorial en la nueva Carta Magna. El patrimonio natural de Chile debe ser asegurado para desarrollar un patrimonio ambiental de la Naturaleza y en Chile debe ser resguardado porque es la base de subsistencia y desarrollo.  

P.- ¿Qué rol, según usted, debieran tener las organizaciones y movimientos sociales en la nueva constitución?

R.- Son cruciales. Las organizaciones sociales y los movimientos aseguran transversalidad y diversidad de miradas para una nueva Constitución. Sin duda este proceso requiere una  efectiva de participación de la sociedad civil organizada, que no ha encontrado en los partidos políticos y otras instituciones espacios democráticos de expresión para las comunidades y los territorios.  No nos olvidemos que han proliferado múltiples asambleas barriales, y también muchas organizaciones que estaban sumidas en un letargo, han vuelto a encontrar un sentido, un propósito que los convoca a participar. Esta activación, como respuesta a la desconfianza y al malestar se han convertido en una experiencia de participación inédita tras la revuelta social que comenzó el 18 de octubre y han proliferado y llenado de vida  y también de esperanza a los barrios, mientras se observa el descalabro de los partidos quienes no han sabido estar a la altura del momento y de lo que queremos.  En una democracia sana, es la ciudadanía a través de sus organizaciones intermedias y quienes realmente los representan los llamados a instalar la agenda de un gobierno. Cuando esto no ocurre, y se escuda en la Constitución para no hacer los cambios y no existe una autoridad que escuche, las organizaciones retoman su liderazgo, el que nunca debieron ceder. En la Nueva Constitución, Chile deberá concebirse como un Estado que alberga democracia participativa, representativa, plurinacional y pluricultural.

Hoy, en los distintos sistemas de democracia existen herramientas comprobadas que aseguran procesos de democracia directa.  Debemos buscar los mecanismos que mejor nos garanticen una equidad social y territorial, para descentralizar el poder, y generar condiciones de participación deliberativa que garantice y proteja la dignidad de sus habitantes. Para ello, deberá reconocer todos los derechos esenciales y fundamentales de las personas, sean estos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, colectivos y medioambientales, todos ellos componentes sustanciales de la dignidad de todas y de todos.  Acogiendo sus diferencias, y sus particularidades.Estoy segura que esto será un tema a discutir en la convención, y es aquí donde las organizaciones tendrán un rol crucial. 

P.- A su juicio, ¿cuáles debieran ser las diferencias principales entre la nueva y la antigua constitución?

R.- La primera gran diferencia responde la legitimidad de origen, donde por vez primera construiremos una Constitución desde la ciudadanía. Esperamos transitar en esta nueva Constitución desde el Estado subsidiario a un Estado social y democrático de derecho, plurinacional, cuya forma de gobierno es la democracia representativa, deliberativa y participativa; y que, sin dejar de ser unitario, establezca mecanismos efectivos de descentralización, para la promoción y desarrollo equitativo de todos los territorios con equidad.    Esta será la constitución de la inclusión, donde todos los grupos históricamente abandonados se sientan parte.  Las mujeres, la disidencia, las personas mayores, las personas con algún tipo de discapacidad, los niños y adolescentes, los pueblos originarios, los marginados, los olvidados.  Todos tendrán que ser incluidos y considerar nuestra existencia en un planeta finito que debe ser protegido y, donde nuestra especie es solo una más. Por otro lado, todo lo que en las protestas llaman «abusos», es porque nos falta protección social. Lo que en otras constituciones se consideran derechos económicos y sociales, en esta Constitución se estableció que son «libertades», que no son derechos. Un ejemplo es que establece libertad de enseñanza, no derecho a la educación.

P.- ¿Por qué cree que usted debiera estar entre los miembros constituyentes de la nueva constitución?R.- Por mi experiencia en chile y el mundo.  Por haber decido estos últimos 20 años en provincia, a recorrer los territorios más complejos y trabajar en ellos.  Conocer las realidades de manera directa, conectando con las comunidades de personas muy diversas, trabajando con los distintos sectores, aprendiendo a establecer  consensos para llevar a cabo proyectos muy complejos que requerían liderar equipos intersectoriales, por mi profunda convicción que solo podremos alcanzar la sostenibilidad que anhelamos si nos hacemos cargo de la justicia social y ambiental.  Siempre me he caracterizado por mantener la libertad de espíritu que me permite mirar  el futuro con perspectiva, esperanza pero también con sentido común. Esta nueva Constitución no sólo es histórica por redactarse desde la ciudadanía, sino también por la participación de nosotras, las mujeres.  Es también una oportunidad para elegir candidatos que lleven a la constituyente la voz de las comunidades y los territorios. Esta nueva Constitución debe considerar la mirada descentralizadora, que busque el desarrollo equitativo de todas las localidades de nuestro país, sobre todo de nuestro borde costero. Por todo lo anterior, una candidatura como la mía que encarne esa mirada es necesaria, pues este nuevo Estado democrático de derechos al que aspiramos debe mirar hacia todos los territorios y diversidades, sin que nadie  quede fuera, incluyendo el mundo rural, y sobre todo, debe mirar al mar, y el mar y su gente son mi compromiso.