Hace 15 años los representantes del frente polisario recorrían América latina contando sus victorias revolucionarias, la lucha de liberación que libraban los saharauis contra Marruecos además y sin ponerse colorados, destacaban la transparencia moral y honradez de sus dirigentes. Pero a poco andar, los parlamentos de este continente comienzan a saber la verdad por sus pares de Marruecos, pero esta información de los salones diplomáticos no llegaba a las organizaciones de base, a las centrales sindicales y organismos de la sociedad civil, especialmente de los derechos humanos, donde el polisario encuentra el escenario ideal para seguir repartiendo sus mentiras puesto que, a los amigos de Marruecos, se les relacionaba con las dictaduras que azolaron el continentes el siglo pasado, cuando la violación de estos derechos era pan de cada día. Pero, como dijimos al comienzo, eso comienza a cambiar a medida que dirigentes democráticos de izquierda se informan sobre la realidad del Sahara y los delitos que, en nombre de una lucha inexistente, cometían quienes, asesinaban a sus propios compañeros, encarcelaban a los disidentes y a los detenidos políticos se les aplicaban los mismos tormentos y torturas que nosotros sufrimos bajo la dictadura de Pinochet en Chile o Videla en Argentina.
Cuando alguien los criticaba decían que quienes hacían estas denuncias eran cómplices de las dictaduras y que ahora, financiados por Marruecos, justificaban las violaciones que se cometían en este país. Como en los parlamentos de nuestro continente ya se empezaba a conocer la verdad, el polisario se concentra en las organizaciones sociales del continente, donde sujetos que no representan a nadie, que han sido incapaces de levantar estructuras políticas serías porque no logran reunir 50 firmas para inscribir un partido y con 4 gatos en cada país, crean asociaciones o “comités de amistad con el pueblo saharahui”, por lo cual reciben fondos, pasando con estos recursos a vivir mucho mejor que quienes sufren hambre, dolor y miseria en los campamentos que controlan en Argelia.
Salvador Allende decía que las mentiras tienen patas cortas y es eso lo que comienza a pasar hace 8 años en Bogotá, en el congreso constituyente de Alternativa democrática sindical, donde solicitan espacio para exponer sobre la lucha del frente polisario. No esperaban que los organizadores de ese evento, en conocimiento de otra información sobre el Sahara, en su programa contemplan un taller sobre el norte de áfrica.
Es a partir de entonces y con este acto que se empieza a dar vuelta la tortilla para el polisario, puesto que quienes exponen son ex compañeros del presidente Allende de Chile los que enfrentan a los provocadores del polisario que se presentan durante la conferencia quienes, después de desenmascararlos, son expulsados del evento por los sindicalistas presentes, logrando, de paso, que 128 dirigentes de las más importantes centrales de América latina firmen un documento solidarizando con las víctimas del polisario y apoyando la propuesta de autonomia regional para el Sahara presentada por Marruecos en Naciones Unidas.
Entonces y como dice un tango, comienza para el polisario una cuesta abajo en la rodada y la montaña de mentiras de las cuales vivieron durante años empieza a derrumbarse. Después fueron enfrentados cara a cara en oficinas de Human Rights Wach, en las centrales obreras y centros académicos, culminando este proceso de esclarecimiento en 2023 durante el III foro mundial de los derechos humanos efectuado en Buenos, desde donde son expulsados por que los dirigentes máximos de este grupo se encuentran investigados en tribunales internacionales por graves delitos y violaciones a los derechos humanos. A pesar de tener un amigo entre los organizadores del evento, al final se impuso la fuerza moral de quienes propusieron que en este importante encuentro no podía participar nadie que fuera investigado por violar los derechos humanos, como era el caso del polisario. Después, con la insolencia que solo pueden tener traficantes, aventureros o mercenarios, trataron de descalificar el evento, a las abuelas de plaza de mayo y denunciaron que habían sido excluidos del evento por razones políticas. Simultáneamente y en la sala que ocupaba derechos humanos sin fronteras, si se pudo escuchar a las víctimas del polisario y los detalles de la propuesta de Marruecos para el Sahara.
Situaciones como las señaladas se empezaron a repetir en centros de estudios, organizaciones de trabajadores, comunidades indígenas y todo tipo de organizaciones de la sociedad civil en américa latina.
La última de estas situaciones acaba de ocurrir en el congreso de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, evento al cual el polisario manda una carta de saludos esperando ser invitados, pero, una vez más, se equivocaron, puesto que la carta no tuvo respuesta y, en cambio, es invitado DHSF cuyo presidente, sentado en la mesa de honor junto el presidente de la Federación Sindical Mundial, organismo que en nombre del marxismo leninismo hasta hace poco escuchaba al polisario, el presidente de derechos Humanos sin fronteras sin vacilar dijo ante los 400 delegados reunidos que “la violación de los derechos humanos debe ser denunciada donde quiera estos derechos sean violados, bajo gobiernos de izquierda o derecha, en el norte de África, en Argentina o Venezuela”. Posteriormente y en la misma sede de la CTE se realiza un encuentro de los colaboradores de derechos humanos sin fronteras, reunión a la que llegan 37 representantes de la sociedad civil y representantes de comunidades indígenas del Ecuador, quienes firman una declaración titulada DECLARACION DE QUITO SOBRE EL SAHARA, donde manifiestan:
“Desde el Ecuador expresamos nuestra preocupación, condena y repudio a estos crímenes del frente polisario, cuyos responsables deben ser encarcelados para que respondan por sus delitos y que la comunidad internacional, junto con tomar, una vez más, conocimiento de esta situación, condene al gobierno de Argelia por no cumplir sus compromisos en materia de derechos humanos y permitir que, en su territorio, se cometan estas graves violaciones y delitos”.
Lo cierto y a la luz de la verdad, la derrota del polisario en america latina es evidente y se expresa en acuerdos de los parlamentos rechazando sus delitos y apoyando la propuesta de Marruecos, las actividades culturales, como las del centro dialogo de civilizaciones en Chile, o el trabajo de los diplomáticos marroquíes en el mundo académico, la reciente realización en Rabat del Congreso futuro, además de las traducciones al árabe de Neruda, Gabriela Mistral y otros. Marruecos ha logrado en forma limpia y sin ofender a nadie, imponer la verdad de su país que, junto a las denuncias en el plano de los derechos humanos, son hechos concretos que hoy, sin temor a equivocarnos, coloca al polisario en el peor de sus escenarios y, a diferencia de hace 15 años, no solo esta cada día más aislado y solo, sino que está viviendo la peor de sus pesadillas en América Latina.