Por. Dr. Efrain Sanchez G.
Las recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné sobre el contencioso del Sahara y su apoyo a la propuesta de marruecos para resolver de una vez por todas este asunto marca claramente un punto de inflexión en este conflicto que, durante décadas y por intereses ajenos a los propios saharauis, ha significado un sufrimiento eterno para quienes viven en campamentos miserables dentro del territorio de Argelia, donde el gobierno de ese país, violando acuerdos internacionales y sus propios compromisos sobre derechos humanos, permite, en su territorio, que una grupo para militar, investigado en tribunales internacionales por delitos comunes y crímenes de lesa humanidad, como es el caso del frente Polisario, que a diario comete toda clase de tropelías en contra de quienes dicen representar, siga cometiendo estos delitos.
El apoyo de Francia al Plan de Autonomía para del Sáhara presentado por Marruecos en Naciones Unidas es la confirmación del éxito de la diplomacia marroquí y el rol de este país en la comunidad internacional, donde su firme determinación de buscar solución pacífica a toda clase de conflictos, es reconocida y valorada en los 5 continentes, aislando, de paso, al grupo separatista que vive de este conflicto.
Las afirmaciones del ministro de Asuntos Exteriores francés se suman a otras que ya escuchamos en Europa, África y American Latina que, después de constatar los sufrimientos que el polisario ha causado a los saharauis en los campamentos que controla dentro de Argelia, han optado por el camino más realista y humano, como es apoyar la propuesta de autonomía regional para el Sahara y denunciar los crímenes del grupo separatista.
Pero, así como el polisario sufre categóricas derrotas en el plano diplomático, también en la política su aislamiento es cada día mayor, como lo demuestra la recepción al Movimiento Saharaui por la paz en la Internacional socialista donde, recientemente, ha sido recibido como uno de ellos. Este movimiento, el MSP, que surge desde las entrañas mismas del Polisario cuyos dirigentes, cuadros probados que ocuparon altos cargos en la organización, son quienes hoy se alzan como alternativa frente a los abusos, engaños y mentiras del polisario que, habiendo surgido con ideales de libertad, termina convertido en una banda de delincuentes, asesinos y ladrones de ayuda humanitaria que hoy son investigados en tribunales internacionales.