Por Ernestina Fuentes C.
En sus oficinas de Santiago Derechos humanos sin fronteras ha recibido un estremecedor mensaje proveniente de los campamentos de refugiados que el frente polisario mantiene en Tindouf, dentro del territorio de Argelia, donde una víctima de este grupo, junto con denunciar la corrupción de su cupula, manifiesta que en estos campamentos “reina la anarquía y los carteles de la droga campan a sus anchas”.
La nota se agrega a los antecedentes que esta ONG de los DDHH mantiene desde que hace 7 años, cuando establece contacto con la Asociación Saharaui para los DDHH, compuesta por ex miembros del polisario que tuvieron el coraje de rebelarse contra la cúpula del grupo. Desde entonces, derechos humanos sin fronteras ha entrevistad a hombres y mujeres que han sido encarcelados durante años y sin proceso en esos campamentos, personas torturadas y mujeres que denuncian violaciones por parte de dirigentes del grupo, lo que ocurre con la tolerancia y aval del régimen militar argelino, sin tomar cuenta que estos delitos son investigados por tribunales internacionales.
La nota enviada desde el interior de los campamentos también denuncia que existen “Asociaciones con ánimo de lucro que apoyan mediante su silencio las flagrantes violaciones de DDHH en los campamentos, convirtiéndose con ello en cómplices de la corrupta dirección del Polisario”.
Derechos humanos sin fronteras ha sido celosa en cuidar su independencia para condenar la violación de los DDHH donde quiera estos sean violados, no importando si los violadores de estos derechos son de izquierda o derecha, matiz que la distingue de otras instituciones y con ello ganar espacios donde antes solo se conocía una versión de esta verdadera tragedia que ocurre en el norte de África.
Hace 2 años y en Santiago de Chile, representantes de importantes centrales sindicales con tendencia de izquierda, de madres y abuelas de plaza de mayo y otros, escucharon con interés a Ramdan Messaud, ex dirigente del Polisario, que relato con detalles y pruebas los crímenes y delitos de este grupo, donde sus principales víctimas han sido los miembros del mismo polisario que, al demostrar su desilusión o desencanto en los campamentos, han sido perseguidos, encarcelados, torturados y en muchos casos asesinados, abriendo con ello una cortina que ahora permite ver, a defensoras y defensores de los DDHH en américa latina, lo que realmente ocurre en esos campamentos. La carta, firmada por “una víctima del Polisario desde los campamentos de Tindouf” viene a confirmar, una vez más, lo que DHSF ha denunciado en distintos escenarios y que ahora, con sus abogados y con tantas pruebas y evidencia, estudia acciones legales en contra de quienes, en américa latina o donde sea, han justificado o defendido a verdaderos delincuentes que, entre otros delitos, violan los derechos humanos.