Por: Erika Botero
Directora Jurídica de DHSF.
El presente contexto desafía como nunca los estándares de bienestar que ha alcanzado la humanidad, representados y protegidos por el desarrollo de los derechos humanos, no solo en su sentido declarativo sino en su ejercicio y materialización que han moldeado la sociedad como la conocemos. Sin embargo, aspectos como el cambio climático, la Pandemia por el virus SARS-COV 2, el tránsito por la Cuarta Revolución Industrial y los conflictos armados en el planeta, en especial los que involucran países con arsenal nuclear, han puesto a prueba esta institucionalidad jurídica.
En este orden de ideas, la protección de los derechos humanos hoy tiene nuevos desafíos para lograr su goce efectivo, donde también es necesario la adecuación de los Estados y de la institucionalidad encargada de su garantía, eso sí, con la velocidad y contundencia que las nuevas realidades plantean. Es allí cuando la sociedad civil representada en diferentes agremiaciones, organizaciones y personas, concurren en su defensa, abordando este trabajo en un abanico de acciones y actividades. Convergen organizaciones sindicales, feministas, ambientalistas, grupos de estudio e investigación en temas de derechos humanos, de grupos étnicos, los que abogan por minorías y por grupos etarios, los que abogan y representan las diversidades sexuales, de identidad de género. También están presentes las luchas por los derechos humanos derivados de la salud, como por ejemplo las personas en situación de discapacidad, entre muchas otras. En esta misma línea, la de proteger a las personas y garantizar sus derechos, también la guerra, los conflictos armados, la situación política, económica y social de los países también requieren un actuar permanente y firme de organizaciones y colectivos para lograr que los estados cumplan su rol de garantes. En conclusión, la transversalidad de los derechos humanos y su universidad requieren de la participación de la sociedad para que se hagan realidad. Por esta razón, muchos gobiernos, organizaciones e instituciones mantienen espacios de discusión, estudio, observación y denuncia respecto de diversos temas de la amplia agenda que se deriva de su aplicación y desarrollo.
Así las cosas, existen espacios que trascienden barreras geográficas, culturales, políticas y lingüísticas para que de allí se tracen los derroteros para que el ideal de dignidad humana sea materializado.
Uno de estos es el Foro Mundial de Derechos Humanos, espacio de debate público sobre los Derechos Humanos en el mundo, sobre los principales avances y desafíos centrados en el respeto a las diferencias, la participación social y la reducción de las desigualdades, promoviendo la equidad e inclusión social. Este Foro Mundial tendrá su tercera edición en la ciudad de Buenos Aires y permitirá que organizaciones de todo el planeta se encuentren y evidencien las diferentes problemáticas en lo que respecta a los Derechos Humanos.
Este Foro es organizado por la UNESCO y según la organización aspira a “continuar profundizando el diálogo, actualizando el diagnóstico de situación sobre los principales avances y desafíos en materia de promoción y protección de los derechos humanos en el mundo; intercambiar experiencias exitosas, propuestas novedosas y promover el intercambio de conocimientos y la cooperación horizontal entre las y los participantes a nivel nacional, regional e internacional. Ofrecerá, además, un espacio privilegiado para el impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Este espacio es un gran logro para las organizaciones que son seleccionadas para participar, ya que en su primera edición realizada en Brasil participaron 700 organizaciones de 74 países. En 2014, el foro se realizó en Marruecos y contó con la presencia de representantes de 95 países y la participación de más de 750 organizaciones, siendo un reconocimiento al trabajo y trayectoria de los seleccionados para participar en este evento.
La Fundación Derechos Humanos sin Fronteras DHSF ha venido trabajando de manera ardua y permanente en la defensa de los derechos humanos con la firme convicción de que estos son universales y no deben responder a intereses políticos, económicos o de ningún otro tipo y siendo la voz de los que no tienen voz.
Esta organización, que nace de la mano de las Abuelas de Plaza de Mayo, advirtieron la necesidad de fortalecer la lucha por la defensa de estos derechos en todas partes y es así como de manera silenciosa pero contundente, esta fundación ha realizado informes sobre la situación de las personas a quienes se le vulneran derechos humanos en Venezuela, norte de África, la Araucanía, el Perú. En este contexto, recientemente, una delegación de Derechos Humanos Sin Fronteras ha visitado centro américa.
Después de reunirse con víctimas y las más representativas organizaciones defensoras de los derechos humanos en Haití, ha constatado abusos que incluirá en un informe que será entregado en las oficinas del alto comisionado de la ONU en Ginebra donde, además de abogar por los derechos de una población vulnerada e invisibilizada, se incluirán casos concretos sobre violación de los derechos humanos en contra de ex autoridades, dirigentes políticos y sociales, cuestión alentada por actores políticos que se benefician de esta crisis y que, a su vez, cuentan con el apoyo de potencias externas, tipificando claramente con ello la injerencia en asuntos internos que deben ser resueltos, en forma soberana y democrática, solo por el pueblo de Haití a través de elecciones libres, abiertas e informadas, única forma de garantizar para el futuro el respeto a las libertades personales y a los derechos humanos en ese país.
En septiembre de 2022, convocados por la fundación Derechos Humanos Sin Fronteras, se realizó un gran evento en la ciudad de Santiago de Chile, en el que convergieron diferentes personas y organizaciones de diversas banderas de lucha y nacionalidades donde, desde las diferencias, se unieron fuerzas tras los objetivos comunes y esto es la universalidad de los derechos humanos.
A este evento asistieron representantes de África, Europa y Latinoamérica, donde destacan sólidas instituciones, como Abuelas de Plaza de Mayo y la Fundación Internacional Baltasar Garzón, entre muchas otras como centrales Sindicales, ambientalistas, feministas, maestros y víctimas de terrorismo, entre muchos otros.
Los compromisos surgidos en este encuentro se han venido cumpliendo a cabalidad, razón por la cual hemos sido seleccionados a participar como ponentes en esta edición del Foro Mundial de Derechos Humanos, donde y tal como hecho hasta ahora, seguiremos levantando la voz en la búsqueda de una sociedad más justa y digna, donde se garantice el respeto irrestricto a las libertades personales y los derechos humanos.