Por Juvenal Urízar Alfaro
Abogado.
El pasado 4 de diciembre de 2022, Su Majestad el Rey Mohammed VI presidió en el Palacio Real en Rabat la ceremonia de presentación del nuevo programa de inversión verde del grupo empresarial OCP (2023-2027) y la firma del protocolo de acuerdo entre el Gobierno Marroquí y el Grupo OCP relativo a este programa. Es la prolongación de la reunión de trabajo presidida por el monarca el pasado 22 de noviembre, dedicada al desarrollo de las energías renovables y a las nuevas perspectivas en este ámbito.
Se trata de una inversión global de unos 13 mil millones de dólares durante el periodo 2023-2027, la realización de una tasa de integración local del 70%, el acompañamiento a 600 empresas industriales marroquíes y la creación de 25.000 empleos directos e indirectos. Indudablemente, el nuevo programa, que consolidará la posición mundial de la OCP que ejerce sus funciones en Marruecos, el país más estable y serio en lo jurídico y económico para hacer negocios en África.
En la ceremonia, el Presidente y Director General del Grupo OCP, Mostafa Terrab, presentó los resultados del primer programa de inversiones del Grupo, objeto de Altas Orientaciones Reales en 2012 y que ha permitido a la OCP establecerse firmemente en el mercado de los fertilizantes. Dicho en breve se trata de triplicar su capacidad de producción de fertilizantes, el Grupo OCP es ahora uno de los principales productores y exportadores de fertilizantes fosfatados del mundo.
OCP se ha apoyado en las capacidades de investigación y desarrollo de la Universidad Mohammed VI Politécnica (UM6P) a fin de aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías industriales y digitales, y para desarrollar conocimiento y tecnología local sobre las tecnologías innovadoras de fertilización razonada, con capacidad para responder a los desafíos de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
Esta presentación del nuevo programa de inversión verde, éste se articula en torno al aumento de las capacidades de producción de fertilizantes, al tiempo que se compromete a lograr la neutralidad de carbono antes de 2040, haciendo palanca sobre el yacimiento único de energías renovables, así como sobre los avances del Reino en este ámbito bajo el impulso de Mohammed VI.
Con inversiones potentes en materia de energía solar y eólica, OCP tiene previsto alimentar toda su infraestructura industrial con energía verde de aquí a 2027. Esta energía carbono neutral surtirá las nuevas capacidades de desalinización de agua de mar para satisfacer tanto las necesidades de OCP como el suministro de agua potable y del riego de las zonas colindantes de los sitios de OCP.
El amoniaco también entra en escena.
OCP, primer importador mundial de amoníaco, podrá liberarse de estas importaciones, invirtiendo en hidrógeno verde y amoníaco verde, lo que le permitirá entrar con fuerza en el mercado de los fertilizante verdes y de las soluciones de fertilización adaptadas a las necesidades específicas de los diferentes suelos y cultivos.
Esta visión de largo plazo, propio de una mesa de acción público-privada estará respaldada por programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas industriales, como también a las de los rubros de la energía y la agricultura, favoreciendo el nacimiento y diversificación de un ecosistema nacional innovador y la creación de nuevas oportunidades de empleo e integración profesional para los jóvenes.
Dicha senda, no solamente procede del voluntarismo empresarial o la visión de Estado del Rey, sino que se funda en un sistema jurídico robusto, creíble, convencido y convincente para su pueblo y para los inversores extranjeros. La actividad público-privada es la mejor prueba que la empresa y el Estado pueden y deben convivir y generar sinergia creativa en favor de la comunidad nacional, con pleno respeto a un sistema legal justo y serio, que da amplio cauce a la innovación y al emprendimiento, más allá que éste sea pequeño mediano y grande.
De seguro, esto no parará aquí, pues quien conoce de la interacción virtuosa de lo público y lo privado en Marruecos, sabrá que más temprano que tarde la economía social pasa a ser actor relevante, es decir, las cooperativas. Por lo tanto, una vez que este subsector integrado de la economía eche fuertes raíces, indudablemente florecerán en el referido ecosistema empresas cooperativas que aunadas con las PYME y el Grupo OCP brindarán a Marruecos y su gente más y mejores alternativas de trabajo, ahorro, inversión, capital y tecnología, qué duda cabe, si Marruecos es un ejemplo a seguir para las economías en vías de desarrollo del sur global, es decir, no solamente para África sino para América Latina. Enhorabuena, pues, albricias.