Ernestina Fuentes C. | Periodista
La destacada periodista María Eugenia Larraín ha publicado artículos sobre la decadencia política, ética y moral de los representantes del polisario en Chile, quienes hacen esfuerzos por demostrar que son algo más que los 4 gatos que participan en los breves actos que realizan para efectos de tomarse una foto y enviarla a quienes financian sus actividades. Uno de estos casos ocurrió en marzo, sobre lo cual María Cristina escribió:
“En su desesperación por la soledad política que vive el representante del Polisario en Chile convocó a una manifestación frente a la embajada de Marruecos el pasado 6 de marzo para “un alto a la guerra en el Sahara occidental y solidaridad con el frente polisario”. En conocimiento de lo anterior, donde se aseguraba que cientos de personas concurrirían a manifestarse contra Marruecos, donde se pudo confirmar se pudo confirmar que a la cita llegaron escasas 5 personas (incluido el chofer que los condujo), que el mencionado acto duro menos de 5 minutos, lapso en que se solicitó a una persona de aseo municipal que les tomara una foto”.
En sus actividades el representante Polisario Esteban Silva ha sido secundado por el abogado Roberto Ávila Toledo, con quien ha tratado de infiltrarse en cuanta organización existe para tomarse la consabida foto y, con engaños, posesionarse como representantes del “socialismo Allendista” (los mismos 4 gatos) y como tal fueron recibidos por el candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue, que, incluso ha hecho declaraciones en favor del Polisario.
Pero como las mentiras, el engaño y la corrupción tienen patas cortas, ahora la opinión publica chilena es informada que el Abogado Roberto Ávila Toledo ha sido expulsado de ese comando por vínculos con el narco tráfico y “acusaciones más graves”, como dijo un miembro del “colectivo socialistas por Jadue” que, en declaración pública afirman: El colectivo «Socialistas por Jadue» expulsó al abogado Roberto Ávila Toledo, “por su vínculo con el ex alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, a quien ha defendido en su causa por cohecho, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero”.
Las graves acusaciones en contra de Ávila, se fundamentan en investigaciones que lleva la justicia chilena en contra de Aguilera que, con anterioridad y por las mismas razones que ahora se expulsa al abogado del Polisario y vínculos con el narco tráfico, fue expulsado del partido socialista.
La declaración sepulta al abogado Ávila al concluir diciendo: «Por otra parte, el colectivo lamenta profundamente su involucramiento con el ex alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, por cuanto es contrario a los valores del socialismo, del comunismo, puesto que la corrupción ya sea en la política u otro espacio debe ser condenable y asimismo el narcotráfico«. Y concluye donde dicho colectivo asegura suscribir «plenamente al programa de Daniel Jadue, quien promueve un Chile justo, digno, inclusivo, libre de discriminaciones, feminista y disidente. Por ende, hemos tomado la decisión de expulsar a Roberto Ávila Toledo de nuestro movimiento, pues ni sus palabras ni sus acciones, son representativas del colectivo que encarnamos».
Como dice María Cristina Larraín en su artículo de marzo:
“Claramente la llamada guerra del Sahara ha demostrado no ser tal, puesto que las motivaciones del grupo Polisario responden a objetivos que responden a intereses de un país que nos es el de los saharauis que, en su gran mayoría, viven en Marruecos, donde han elegido sus propias autoridades, tienen su representación en el parlamento y la propuesta de autonomía regional para el Sahara, con independencia política, económica y administrativa para dirigir y administrar sus intereses, es lo más serio y viable que los saharauis han conocido en toda su historia, cuestión que explica el rechazo a los delitos del Polisario y la adhesión que de distintas formas y medios concita el reino de Marruecos y su propuesta presentada ante la ONU para resolver, de una vez y para siempre, la mal llamada crisis del Sahara, puesto que se trata de una situación relacionada con atropellos a los derechos humanos y de carácter delictual antes que ser considerada de índole política. Las fotos de Chile, relacionadas con el acto convocado en la puerta de la embajada de Marruecos y de Rancagua el día internacional de la mujer apoyando a Marruecos, hablan más que mil palabras”.
La medida tomada por el colectivo socialista en contra de un miembro del Polisario viene a confirmar, una vez más, la descomposición política, ética y moral de este grupo, donde sus representantes, copia fiel de su dirigente máximo, Brahin Ghali, que viola mujeres y jóvenes, atropella los derechos humanos, tortura disidentes políticos, asesina a los miembros de su propia organización y escapa a medianoche de la justicia en España que lo investiga por estos delitos, demuestra fehacientemente de que se trata esta banda de delincuentes.
Avila Toledo, al costado izquierdo de la foto tomada en la puerta de la embajada de Marruecos en Chile, no solo habla más que mil palabras, sino que también sirve para que otras organizaciones de la sociedad civil los identifique cuando pretendan llegar a ellas con sus mentiras. SERIA TODO