El presidente Sebastián Piñera concretó el cambio de gabinete. Las seis carteras que se movilizan responden a las consecuencias políticas de las últimas semanas en La Moneda, donde nada ha sido fácil para el mandatario.
Desde el día que el Gobierno perdió la primera votación en la Cámara de Diputados, el pasado miércoles 15 de julio, se comenzó a hablar de los “daños” políticos que el proyecto le causaría al corazón de La Moneda.
Dos semanas después, un día antes que se puedan comenzar a hacer los trámites para solicitar dicho monto desde las AFPs, se concretó un nuevo cambio de gabinete, movimientos que llegan al centro del Comité Político del presidente Piñera.
La dupla Blumel-Briones fue sindicada como la responsable política de no poder conseguir contener dicha reforma en el Congreso. Así, el principal damnificado político es el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, militante de Evópoli que debutó como secretario de Estado en la Segpres, pero tras los coletazos que dejó el estallido social de octubre pasado, debió asumir, casi de improviso, el ministerio que dejaba Andrés Chadwick.
De esta forma el presidente y aplicando cirugía mayor a las decisiones políticas y con guiños a los sectores más duros de la colación de Gobierno, Sebastián Piñera ha dado forma al gabinete que ha quedado compuesto de la siguiente forma:
Víctor Pérez (UDI), cercano a Jacqueline van Rysselberghe a Interior.
Cristián Monckeberg (RN) a Segpres.
Karla Rubilar (IND) a Desarrollo Social.
Jaime Bellolio (UDI). Reemplaza a Karla Rubilar.
Andrés Allamand, (RN) en Cancillería. Reemplaza a Teodoro Ribera.
Mario Desbordes, presidente RN en Defensa Reemplaza a Alberto Espina.
Antes de asumir, el nuevo ministro del interior, Víctor Pérez declaro que se opone a una nueva constitución y que está a favor del rechazo en el plebiscito programado para el 25 de Octubre.
Cuatro parlamentarios dejan sus puestos en el Congreso, dando pie a las designaciones que cada partido informará después de este quinto cambio de gabinete.