Académicos que rechazaron hacer informe Big Data revelan que Gobierno les pidió comprobar intervención extranjera

Sebastián Valenzuela, Juan Pablo Luna y Jorge Pérez relataron cómo fue la reunión que sostuvieron en La Moneda con Jorge Selume y Magdalena Díaz. «No se puede hacer inteligencia con datos no estructurados de redes públicas y quien diga que puede hacerlo, vende humo», les explicaron ellos.

Un grupo de académicos del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos (IMFD) reveló que el Gobierno los contactó a ellos en primera instancia con la idea de que participaran del controvertido informe de Big Data presentado por el Ejecutivo a la Fiscalía. Según relataron Sebastián Valenzuela (UC), Juan Pablo Luna (UC) y Jorge Pérez (U. de Chile) a La Segunda, ellos sostuvieron una reunión con el titular de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno, psicólogo y experto en big data, Jorge Selume, y la jefa de gabinete del presidente Sebastián Piñera, Magdalena Díaz, el 6 de noviembre en La Moneda.

En la instancia, Selume y Díaz pidieron a los académicos que confeccionaran un documento de “inteligencia” a través de informaciones disponible en redes sociales. Lo que buscaban era a comprobar la existencia de una “intervención extranjera” en el estallido social. Según relató Valenzuela, “Magdalena Díaz partió muy honestamente comentando que no cachaba mucho de tecnología y que no tenía muy claro por qué estábamos ahí“. Luego les comentó que quería saber sobre inteligencia, ante lo cual los presentes se miraron “como diciendo ‘esto no va a salir bien’. Se confirmaban nuestros temores de que el Gobierno estaba realmente obsesionado con una cuestión que no se sostiene mucho”.

De acuerdo a Luna, les preguntaron si podían elaborar un informe con respecto a bots: “Dijimos que no, más allá de que tenemos un mandato de contribuir al Estado”. “Le dijimos que la información de redes sociales no puede vincular influencias extranjeras en desórdenes, ni identificar a personas que generan disturbios, ni nada de ese tipo de cosas que era lo que ellos estaban buscando”, dijo, por su parte, Pérez. Valenzuela recalcó que “ellos estaban muy preocupados de averiguar si los saqueos se podían predecir a partir de la información de redes sociales. Nosotros le respondimos que a partir del grueso de la información que habíamos recopilado a través de Twitter, que es la única red pública, y algo de Facebook, es que la gran mayoría de la información que hay ahí tiene que ver con los abusos policiales. Eso aparentemente no les importó”.

Los académicos explicaron que no había una operación de intervención clara. “No habíamos visto evidencia que apuntara a eso”, sostuvo Valenzuela, y agregó que “cualquier usuario más o menos intensivo de Twitter se puede dar cuenta de que es muy difícil sostener que toda la conversación en torno al movimiento social ha sido una campaña orquestada. Pero ellos estaban con esa tesis”. Al finalizar la reunión, Selume y Díaz pidieron un contacto que pudiera estar interesado en el trabajo, pero los académicos respondieron que “no se puede hacer inteligencia con datos no estructurados de redes públicas y quien diga que puede hacerlo, vende humo. Claramente no nos escucharon”.