Hacia una Soberanía Digital: Lecciones desde Marruecos para América Latina

Por Fikri SOUSSAN (InfoMarruecos.ma).

Explorando el compromiso de Marruecos con la autonomía digital y su relevancia para los desafíos tecnológicos en América Latina.

En un mundo cada vez más interconectado, donde la digitalización avanza a pasos agigantados, la soberanía digital emerge como un pilar crucial para el desarrollo y la seguridad nacional de los países. Marruecos, en su esfuerzo constante por liderar en África, ha adoptado estrategias proactivas para asegurar su autonomía en el ciberespacio, un camino que podría servir de inspiración para naciones en América Latina.

Desde la llegada de internet al reino en 1995, Marruecos ha reconocido la importancia de las infraestructuras digitales y ha invertido significativamente para mejorar su competitividad a nivel continental. A través de iniciativas como la creación del supercomputador más grande de África y políticas que prohíben el almacenamiento de datos esenciales en el extranjero, Marruecos ha demostrado un compromiso firme con la soberanía digital.

El documento "Souveraineté Numérique: Pourquoi le Maroc ne peut y échapper" (Soberanía Digital: Por qué Marruecos no puede evitarla), elaborado por el Instituto Marroquí de Estudios Estratégicos (IMIS), destaca que esta no es solo una opción estratégica, sino una necesidad imperiosa. La soberanía digital se presenta como una prioridad que abarca desde la educación en tecnologías emergentes hasta el establecimiento de infraestructuras robustas que aseguran la independencia tecnológica.

Estas acciones son esenciales no solo para proteger la seguridad nacional, sino también para fomentar un ambiente que incentive la innovación y el desarrollo económico. Al garantizar que los datos y los desarrollos tecnológicos se gestionen dentro del país, Marruecos se posiciona como un líder potencial en el ámbito digital en África.

Para los países de América Latina, el enfoque de Marruecos ofrece un modelo valioso. La región comparte muchos desafíos similares, incluida la necesidad de modernizar infraestructuras y formular políticas que respalden la independencia digital mientras se fomenta el crecimiento económico. La experiencia marroquí subraya la importancia de integrar la tecnología en la agenda política y económica para definir el futuro de una nación en un mundo globalizado.

Además, Marruecos muestra cómo la cooperación internacional, especialmente en términos de inversión y transferencia tecnológica, puede ser clave para avanzar hacia la soberanía digital. Las alianzas estratégicas con empresas líderes y la inversión en capital humano son aspectos que pueden replicarse en América Latina para fortalecer sus capacidades digitales. Publicar este análisis en un diario latinoamericano no solo informa sobre los avances de Marruecos en un sector crucial, sino que también invita a reflexionar sobre cómo la región puede seguir pasos similares para asegurar su propia soberanía digital. Al final, la digitalización no es solo una cuestión de tecnología, sino de cómo los países utilizan estos avances para fortalecer su  autonomía, seguridad y prosperidad económica.