Pedro I. Altamirano.
La Hora de África.
El Reino de Marruecos celebra su 66 aniversario de la independencia, que aunque se logró el 2 de marzo de 1956, el Rey Mohammed V no la proclamó hasta el 18 de noviembre de ese mismo año. Una fecha que no significa como muchos piensan de creación de un Estado, sino de independencia de un injusto sistema colonial hispano francés que duró demasiado.
Con la independencia no se logró la reunificación del Reino, pero sí se reafirmó la determinación de recuperar todos los territorios que aún quedaban bajo la administración española. Fue con la recuperación de las provincias del sur de Tarfaya y Tan-tan en 1958, Sidi Ifni en 1969, Essaquia al Hamra y Oued Eddahab en 1975, cuando se logró la plena reunificación a la espera de una solución definitiva de los islotes, Ceuta y Melilla.
Marruecos es una de las naciones más antiguas del mundo, con una historia milenaria, en la que en gran parte ha sido compartida con la península ibérica. Una historia de unidad de tribus en un amplio territorio, siempre regido por las sucesivas dinastías marroquíes, solo interrumpida por la época colonial. Es por ello, que los marroquíes sientan y celebren con tanto orgullo su independencia.
Desde de 1956, SM Mohammed V comenzó a trabajar por el futuro del Reino, su modernización en base a la prosperidad de su pueblo. Inmensa tarea que continuó SM Hassan II, que logró la reunificación del Reino, tal y como prometió su padre, puso orden y unidad en el Reino. Ello supuso poner los pilares básicos en los que, SM Mohammed VI comenzara a hacer realidad el sueño de su abuelo Mohammed V, hacer de Marruecos un país unido, noble y próspero.
Los avances realizados por SM Mohammed VI pueden considerarse de milagrosos, sin duda se puede reconocer como “el milagro marroquí” por los avances en libertades básicas democráticas, derechos humanos, educación y protección social. Del mismo modo el imparable desarrollo económico en base a la apuesta por las infraestructuras, Red de Autopistas que recorre el país de norte a sur, mientras se extiende por toda la geografía nacional; las nuevas instalaciones portuarias y aéreas; líneas de trenes de alta velocidad y calidad. Infraestructuras sobre las que se basa el imparable desarrollo económico. Un país con una historia milenaria empeñado en conquistar el futuro.