Una nota publicada en el reconocido medio mexicano La Jornada advierte sobre un posible «nuevo estallido social» que podría tener lugar en Chile en medio de la pandemia del coronavirus.

En el texto se sostiene que a seis meses de iniciada la revuelta popular «prevalece una gran incertidumbre acerca de si habrá o no un rebrote de las movilizaciones y en qué intensidad cuando la crisis sanitaria afloje».

Para responder a esta interrogante, La Jornada conversó con el reconocido analista político y académico de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, quien afirma en la nota que es «de los que piensan que es muy posible un nuevo estallido social dentro de la pandemia y no solo después de esta».

«Creo que el manejo mismo de la crisis sanitaria con un sesgo clasista y poco claro en la información, así como el desempleo y la falta de ingreso de muchas familias, puede generar una situación de indignación que conduzca a un momento de protestas sociales nuevamente en poco tiempo más”, profundiza. En esa misma línea, Águila plantea que «no existen indicadores» de que el Ejecutivo esté logrando «producir una suerte de ‘unidad nacional’ y mejorar en la percepción ciudadana» a través del uso estratégico de la crisis sanitaria. «Hay un desgaste que arrastra Piñera y su administración en el marco de un descrédito del conjunto del sistema político que impide una recuperación estructural en la adhesión ciudadana», apunta.

Para complementar aquello, el analista señala que «el Gobierno ha apostado por apuntalar al sistema financiero y a las grandes empresas, pero estas medidas no están evitando un crecimiento exponencial del desempleo».

Ante este escenario -agrega- «es muy posible que en pocas semanas en Chile veamos situaciones de miseria que no se veían en décadas».

Junto con ello, La Jornada hace una lapidaria lectura de los adversarios de Piñera, señalando que «los partidos políticos opositores brillan por su ausencia, carentes de propuestas e inconexos con la sociedad, apenas balbuceando al ritmo que impone el oficialismo, tanto así como que pese a ser mayoría, su rencillas y desprolijidades los llevaron a perder contra todo pronóstico la presidencia de la Cámara de Diputados, profundizando su descrédito».

En ese sentido, el analista Ernesto Águila entrega una lúcida fotografía de ese panorama político, explicando que «el gobierno de Piñera ha logrado sortear su desgaste, en parte, por la falta de oposición política». «La ciudadanía no confía en la intermediación de la política institucional. Ni percibe una diferencia significativa en las propuestas que pueda ofrecerle la centroizquierda o la derecha», concluye.