El presidente de Rusia, Vladimir Putin, abordó la situación creada por la COVID-19 y el acuerdo de la alianza OPEP+ para recortar la producción de petróleo, en una conversación telefónica con su colega venezolano, Nicolás Maduro.
“Fueron tratados temas relacionados con la propagación de la pandemia del coronavirus y Nicolás Maduro agradeció la ayuda rusa, que incluye testeos (para detectar la enfermedad)”, informó el Kremlin en un comunicado.
Putin y Maduro también hablaron de la importancia de las medidas conjuntas que pueda tomar la comunidad internacional para luchar contra una “amenaza global” y, en particular, sobre la propuesta del líder ruso de crear unos “corredores verdes”, exentos de guerras comerciales y sanciones, para el envío de medicamentos y víveres a los países más golpeados por la COVID-19. Ambos mandatarios también conversaron sobre el acuerdo alcanzado por la OPEP hace una semana para recortar la producción de crudo, con el objetivo de estabilizar el mercado.
En este sentido, los dos países productores de petróleo subrayaron “la gran importancia del pacto”, conseguido tras unas arduas negociaciones de varias rondas. Además, Putin y Maduro abordaron temas vinculados a la cooperación bilateral, con énfasis en asuntos económicos y comerciales, subrayó el Kremlin.
Durante la llamada los dos líderes acordaron seguir manteniendo sus contactos a distintos niveles, incluida la cooperación entre los departamentos de Sanidad, que gestionan la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19.
Según los últimos datos, en Rusia se han contabilizado 47.121 casos de coronavirus. En Venezuela el número de personas infectadas se sitúa en 256. Rusia ocupa el segundo lugar en el mundo por el número de test realizados a su población, que superan los 2 millones, y ha comenzado a enviar las pruebas para detectar el virus a varios países, sobre todo en América Latina y el espacio postsoviético.