La encuesta que golpea al gobierno y barre con la clase política, de izquierda a derecha

Una de las maneras de resumir lo que refleja la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), dada a conocer ayer, es algo que el mismo sondeo entrega como una de las alzas más significativas: un aumento de 17 puntos -en comparación con mayo- entre quienes consideran que Chile está “en decadencia” (32%). Sumado a un 61% que cree que el país está “estancado” -y solo un 6% que está “progresando”-, el panorama que refleja ese ítem de la medición se repite en numerosas consultas sobre la economía, el gobierno, la confianza en las instituciones y la valoración de las figuras políticas. Todas obtienen aumentos considerables en sus niveles de desconfianza o rechazo, algo que se ha visto en otras encuestas anteriores, pero que ha sido acentuado por la crisis que estalló el 18 de octubre.

Navegando con un 6%

¿Qué radio de acción tiene un Jefe de Estado con un nivel de apoyo tan bajo? El 6% de respaldo que muestra el CEP -el más bajo desde el retorno a la democracia- abre una serie de interrogantes para lo que resta del gobierno de Sebastián Piñera, pero, más allá de su figura, para el accionar que tendrá un Ejecutivo sumido en una crisis inédita en los últimos 46 años, con los exigentes desafíos de satisfacer numerosas demandas ciudadanas a través de una agenda legislativa que, por ahora, no permea positivamente en las encuestas ni convence a quienes deben dar los votos claves para su avance: la oposición. Quien había obtenido, hasta ayer, el peor nivel de apoyo era Michelle Bachelet, que en junio-julio de 2016 recibió un 15% de respaldo. Ahora, la caída de 19 puntos de Piñera, desde el 25% de aprobación que logró en mayo, está acentuada por la crisis, pero también es parte de una secuencia que se viene observando desde la medición de octubre-noviembre de 2018, cuando su respaldo estaba en 37% y comenzó a decaer, activando una serie de gestiones y rediseños comunicacionales al interior de La Moneda para cuidar la figura presidencial. Sin embargo, el eterno reclamo de dirigentes políticos de derecha y de analistas -que Piñera acapara todos los temas, asumiendo todos los riesgos y no empoderando a sus ministros- parece no permear en el Mandatario. Con ese panorama de fondo, las proyecciones ayer en el oficialismo y al interior de Palacio eran complejas.

El Desplome

Ni siquiera lograron un aumento de apoyo que estuviera dentro del margen de error de la encuesta (+/- 3%). Ninguna de las figuras políticas medidas en el sondeo registró un alza de valoración positiva, a diferencia de la encuesta realizada en mayo. Esta vez, el CEP refleja que todos los personajes cayeron. Y lo hacen significativamente: la ministra de Educación, Marcela Cubillos, lidera las caídas, con 28 puntos, seguida del Presidente Piñera (22 puntos menos en comparación con mayo).

Ambos, de hecho, se sitúan -junto a la timonel UDI, Jacqueline van Rysselberghe- entre los tres personajes políticos peor evaluados. Quienes aparecen entre los mejor evaluados son dos alcaldes: el de Las Condes, Joaquín Lavín, y el de Valparaíso, Jorge Sharp. El primero, con 37% de apoyo, y el segundo, con 26%. En tercer lugar se sitúa la expresidenta Michelle Bachelet (25%), y en cuarto, el senador Manuel José Ossandón (RN), con 23%. Lavín, Bachelet y Ossandón se mantienen, al igual que en el sondeo de mayo, entre los mejor evaluados. Sin embargo, todos reciben apoyos menores a 40%, algo que va, de cierta manera, en concordancia con otro elemento que arroja la encuesta: la identificación política de las personas.

Apoliticismo

En concordancia con ese aspecto y con la baja confianza en las instituciones, el sondeo también refleja un dato histórico: así como Piñera obtiene el peor nivel de respaldo desde el retorno a la democracia, esta vez se produjo el nivel más alto para quienes no se identifican con ningún sector político. La cifra llega a un 72%, lo que viene al alza desde la medición de septiembre-octubre de 2017, cuando se situaba en un 57%. Desde esa vez, quienes no se identifican con ningún sector político habían aumentado a 63% (octubre-noviembre de 2018) y a 64% (mayo de 2019). Asimismo, el CEP muestra que las personas que se identifican con el centro y la derecha también van a la baja. En el caso de los primeros, llegan a apenas un 6% (en las tres mediciones anteriores se situaban en 11%, 8% y 7%, sucesivamente). Ese sector político, en todo caso, siempre lograba los menores niveles de cercanía entre los encuestados, al menos al observar los resultados desde 2016, pero en el caso de quienes simpatizan con la derecha -que en años anteriores llegaban a cifras superiores al 20%, a veces por sobre y a veces por debajo de quienes se identifican con la izquierda- se observa ahora un claro declive: solo un 7% de los consultados, una cifra que viene reduciéndose sistemáticamente desde el 17% logrado en septiembre-octubre de 2017. En cambio, quienes se muestran cercanos a la izquierda están en 15%, lo que se mantiene casi inalterable desde abril de 2015.

Pensiones desplaza a delincuencia

Por primera vez, la delincuencia dejó de ser una prioridad nacional, al ser desplazada por algunas de las demandas más fuertes que han marcado la crisis social: las pensiones, salud y educación. “En 30 años de mediciones jamás la delincuencia había estado en el quinto lugar en las prioridades del país y tampoco había alcanzado estos niveles tan bajos de importancia”, dijo ayer Ricardo González, coordinador del área de Opinión Pública del CEP. En la cuarta posición, en tanto, se encontraron los sueldos (ver página 8).

Percepciones sobre nueva Constitución

Al igual que en otras encuestas, un alto porcentaje (67%) aprueba una nueva Constitución, solo un 13% la rechaza y un 20% “no sabe o no contesta”. Sin embargo, solo un 7% responde que una reforma constitucional es una de sus prioridades. En otra pregunta, el 56% de los encuestados contestó que la nueva Constitución “probablemente ayude a resolver los problemas de Chile”, pero, paradójicamente, el mismo sondeo muestra una baja generalizada en la aprobación de las figuras que firmaron el acuerdo constituyente durante la madrugada del 15 de noviembre. La caída más contundente es la que registra el diputado Giorgio Jackson (17 puntos), quien fue un activo negociador en esa jornada.

Más gente por la democracia

La encuesta entrega, como uno de sus pocos datos positivos, un aumento de la valoración por la democracia como forma de gobierno por un 64% de los consultados (en abril-mayo de 2017 había un 52%), aunque un 47% considera que ese sistema funciona “mal o muy mal” en el país.

En paralelo, un 78% se muestra partidario de que los líderes políticos privilegien los acuerdos por sobre sus propias posiciones (20 puntos más que en septiembre-octubre de 2017. Pese al respaldo al sistema democrático, todas las instituciones obtienen bajos niveles de confianza, como los partidos políticos (2%), el Congreso (3%), el gobierno (5%), el Ministerio Público (6%), las empresas privadas (7%), la televisión (8%), los tribunales (8%) y, además, los diarios (11%).