Marruecos y el Centro de Estudios del Magreb

Dr. Mario H. Concha Vergara,

Director. Primer Presidente del Centro de Estudios.

Mohamed VI Rey de Marruecos accedió al trono en julio de 1999 al fallecer su predecesor, Hasán II. Es el 18.º Monarca de la dinastía alauí, que reina en Marruecos desde 1666, y de acuerdo con la Constitución de Marruecos ostenta además el cargo de Amir al-Mu’minin (‘líder religioso de los fieles’). Hubo grandes celebraciones en Marruecos y en todos los países en donde el reinado tenía acreditación diplomática por el aniversario 20 de su entronización. En Chile también, cuya embajadora, Kenza El Ghali, compartió con invitados, en su mayoría de derecha y extrema derecha, algunos de oposición que conviven con la derecha  y extraños personajes que hasta hace muy poco eran voceros y animadores de los encuentros del Polisario en Chile y Argentina donde se atacaba a Marruecos y a Mohamed VI, como el publicista Francisco Martorell, cuyos links hemos hecho llegar a quien corresponde en Rabat. Por el contrario, a estas actividades no se invita al Centro de Estudios del Magreb que no solo ha sacado la cara por Marruecos en más de 3 oportunidades y en diversos países del continente, sino que nos hemos enfrentado físicamente a sus enemigos.

Es posible que estas omisiones se deben a nuestra demanda, como centro de estudios, de autonomía para trabajar por la unidad de los países del Magreb, desconociendo, además, que la embajada ayudo a formar este centro, del cual me honro en haber sido su primer presidente, defendiendo desde el primer día la propuesta de Marruecos para el Sahara, destacando en ella nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos donde quiera sean violados.

Los adversarios de Marruecos afirman que Rabat utiliza la gente para después abandonarla y esto, desgraciadamente, pareciera ser cierto y lo confirman personas que después de ser invitados a la IV Comisión de la ONU o el Sahara, son prácticamente abandonados y eso se pudo confirmar en nuestro seminario de Junio de 2018 en Santiago, donde concurrieron personas de 7 países del continente. En este tiempo hemos visto como personas relevantes que participan ilusionados y comprometidos en la formación del Centro, se alejan profundamente desilusionados, como es el caso del Presidente de la Central Autónoma de Trabajadores de Chile, Oscar Olivos, muchos ex presos políticos o el mismo Juan Carlos Moraga Duque, quien fue testigo de cómo, teniendo la aprobación de Rabat, se boicotea desde la embajada en Chile importantes actividades programadas y aprobadas para la Universidad de Nueva York, en Brasil y Centro América. Lamentamos que el señor Moraga no autorice hacer público extractos de carta enviada a la embajadora en Santiago, leída en el directorio y cuya copia fue entregada a la presidenta del Centro. Claramente alguien de la embajada en Santiago confunde el enemigo y, en lugar de destacar el proceso de reformas que impulsa Mohamed VI, durante la fiesta de entronización se dedican  a hablar mal, intentar dividir y desprestigiar a los miembros del Centro. Eso es inaceptable y pensamos que termina por desprestigiar al mismo Marruecos. La embajada en Santiago tiene derecho a elegir sus amigos, aunque estos hayan causado gran daño a Marruecos y otros que solo sirven para viajes o publicaciones de dudosa efectividad. Pero a lo que no tienen derecho es a boicotear a su propio país y atacar a quienes durante años han sacado la cara por ellos.

El Centro de Estudios, basado en su neutralidad, ha conversado con el Embajador de Argelia en Chile, con el Encargado de la Embajada de Libia y con embajadores del Magreb acreditados en otros países. Por esto no hemos cobrado un peso porque está en la senda que marcamos cuando fundamos este centro. Eso es porque no somos mercenarios, esos son los que por dinero pueden estar con cualquiera: antes con el Polisario, mañana al mejor postor y últimamente invitados por la Embajadora en Santiago al 20 aniversario de la entronización de Mohamed VI, un rey bastante sabio que ya ha tenido problemas con su burocracia, como él mismo lo ha dicho y a cuyo escritorio, con todo respeto, haremos llegar este artículo.

Hoy el Centro cuenta con un directorio que encabeza Ximena Zamora, una destacada mujer chilena, de trabajo, a la cual no importan cuestiones menores ni rencillas personales, sino dar a conocer en nuestro continente lo mejor de los países del Magreb, que es el objeto de su creación y en lo cual estamos comprometidos. Esperamos que la embajada atienda y siga las directrices del Monarca, no violentarlas y aceptar a sus amigos de verdad, los que han enfrentado a sus adversarios durante años y que solo quieren trabajar por su objeto, en paz y en forma neutral por la verdad en el Sahara y los Derechos Humanos donde quiera estos sean violados.